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¿Te sientes más cansado de lo normal en estas fechas?, no eres tu ¡es el invierno!
La razón es que algunos fenómenos ambientales como la menor cantidad de horas de luz solar o disminución de la temperatura nocturna constituyen el reloj biológico humano, señala el doctor Reyes Haro Valencia, director del Instituto Mexicano de Medicina Integral del Sueño.
Diversos estudios han mostrado que los niveles de las defensas del cuerpo son mayores en personas que duermen más de 7 horas y presentan adecuadas proporciones de sueño profundo o reparador. En esta época aumentan los casos de depresión y de apnea del sueño, entre otros trastornos del dormir.
Estudios recientes manifiestan que la falta de luz solar predispone a sufrir el trastorno afectivo estacional, en personas que suelen dormir mal o presentan trastornos del ánimo. Se deben considerar los síntomas de depresión porque pueden ser el primer signo de alerta de una patología de sueño, misma que, al ser controlada, mejora el estado de ánimo.
De igual manera, el bien dormir en esta temporada mantiene el ánimo y la energía en buenos niveles.
En cuanto a los trastornos respiratorios durante el dormir, se ha demostrado que los casos de ronquido y síndrome de apnea obstructiva de sueño se agravan durante los meses de frío, ya que en esta época el trastorno respiratorio diurno aumenta en frecuencia y en severidad, debido a varios factores, como la mayor probabilidad de contraer el típico resfriado invernal, situación que provoca inflamación de los tejidos de la garganta y con ello el aumento en la intensidad del ronquido y sus complicaciones.
¿Qué se puede hacer para dormir mejor en invierno?
El doctor Haro Valencia recomienda prácticas sencillas para hacer frente a esta temporada que de manera natural afecta la expresión del sueño:
Hacer ejercicio o alguna actividad al aire libre.
La exposición a la luz de día fortalece la regulación nocturna del sueño y mejora el estado de ánimo.
Conservar los horarios convencionales de sueño y de vigilia.
Para esto se debe considerar el horario laboral y escolar habitual; y si es posible recorrer el momento de levantarse sólo una hora. Esto permite mejor adaptación a la temporada fría y al regreso de vacaciones.
Reducir el tiempo de la siesta.
La disminución de la temperatura, sumada al desvelo; invita a tratar de dormir la siesta en quienes tienen tiempo de hacerla.
Si ésta se practica no debe durar más de 30 minutos; ya que la siesta prolongada dificulta la conciliación del sueño nocturno y desfasa el horario para acostarse y levantarse. Evitar la ingesta excesiva de alimentos altos en calorías. El aumento de peso habitual en esta temporada afecta la manera de dormir. Es importante hidratar el cuerpo durante el día y alimentarse con moderación, sobre todo en la noche.
Moderar el consumo de bebidas alcohólicas.
El exceso de alcohol no sólo afecta la calidad y profundidad del sueño, sino que contribuye al aumento de peso. Beber con moderación a la hora de los festejos es una medida adecuada para conservar el bien dormir.
Reducir el consumo de tabaco.
Fumar produce irritación e inflamación de las vías respiratorias; situación que aumenta la probabilidad de adquirir enfermedades respiratorias y con ello empeora el sueño.
Controlar la temperatura del dormitorio.
Es adecuado usar varias piezas de ropa de cama; las cuales se van ajustando a conveniencia a fin de reducir los despertares debidos al frío.
Fuente: E-veracruz.mx